Post en inglés, "mensaje, artículo de bitácora", según mi diccionario intuitivo.
Post en latín, "tras, después", según lo que recuerdo haber leído por ahí.
Me sirven los dos significados: ha terminado mi (otra vez) extraño fin de semana, escribo un artículo sobre él.
He estado dibujando chorradas: un velero cutre de mi invención, una figura de Delacroix que pedía a gritos el óleo pero la he castigado a la tinta sepia...
Le he bajado a mi madre música con el burro. Me extraña que siga teniendo esos gustos tan de FM y que yo no los haya tenido apenas en mi vida.
También me he descargado algo de Alasdair Fraser para mí. O sea, un par de pequeñas joyas celtas para violín.
He bebido cerveza negra irlandesa y cerveza rubia danesa.
He vuelto a hacer bricolaje: he arreglado una mesita temblequeante.
Como casi todos los fines de semana, el ambiente con mi padre ha sido de asco. Cuando no se dedica a chafar la comida familiar con sus comentarios provocones, se le ocurre alguna otra capullez.
Esta vez ha sido por el pobre perro: tiene la idea campestre (?) de que el animalito le va a tomar por el pito del sereno si no recibe un par de golpes de vez en cuando. Yo no opino igual en absoluto. En casos extremos, se le puede dar un azote en el culo, como a los niños de antes, pero nunca hacerle daño de verdad, hacerle llorar, que es lo que pasó ayer. Por supuesto, acabamos diciéndonos de todo: él, venga a imponerse y a exigir respeto. A mí, cómo no, me salió la vena contestona. Esta vez no le solté lo de que el respeto hay que ganárselo, pero ganas me dieron.
La comida del domingo fue tan animada como una iglesia un martes a las cuatro de la madrugada. Yo guardaba silencio aposta, fingía estar un poco más cabreada de lo que realmente estaba, pero es que tampoco me daban muchas ganas de hablar. No tenía nada interesante que decir, y ya tenemos una larguísima lista de temas tabú que son sinónimo de discusión gorda cuando se sacan a colación, así que sumé dos y dos y decidí callarme.
http://asbesto.over-blog.com/2014/01/la-cabalgata-de-las-walkirias-%7C-catalago-andrea.html
Post en latín, "tras, después", según lo que recuerdo haber leído por ahí.
Me sirven los dos significados: ha terminado mi (otra vez) extraño fin de semana, escribo un artículo sobre él.
He estado dibujando chorradas: un velero cutre de mi invención, una figura de Delacroix que pedía a gritos el óleo pero la he castigado a la tinta sepia...
Le he bajado a mi madre música con el burro. Me extraña que siga teniendo esos gustos tan de FM y que yo no los haya tenido apenas en mi vida.
También me he descargado algo de Alasdair Fraser para mí. O sea, un par de pequeñas joyas celtas para violín.
He bebido cerveza negra irlandesa y cerveza rubia danesa.
He vuelto a hacer bricolaje: he arreglado una mesita temblequeante.
Como casi todos los fines de semana, el ambiente con mi padre ha sido de asco. Cuando no se dedica a chafar la comida familiar con sus comentarios provocones, se le ocurre alguna otra capullez.
Esta vez ha sido por el pobre perro: tiene la idea campestre (?) de que el animalito le va a tomar por el pito del sereno si no recibe un par de golpes de vez en cuando. Yo no opino igual en absoluto. En casos extremos, se le puede dar un azote en el culo, como a los niños de antes, pero nunca hacerle daño de verdad, hacerle llorar, que es lo que pasó ayer. Por supuesto, acabamos diciéndonos de todo: él, venga a imponerse y a exigir respeto. A mí, cómo no, me salió la vena contestona. Esta vez no le solté lo de que el respeto hay que ganárselo, pero ganas me dieron.
La comida del domingo fue tan animada como una iglesia un martes a las cuatro de la madrugada. Yo guardaba silencio aposta, fingía estar un poco más cabreada de lo que realmente estaba, pero es que tampoco me daban muchas ganas de hablar. No tenía nada interesante que decir, y ya tenemos una larguísima lista de temas tabú que son sinónimo de discusión gorda cuando se sacan a colación, así que sumé dos y dos y decidí callarme.
http://asbesto.over-blog.com/2014/01/la-cabalgata-de-las-walkirias-%7C-catalago-andrea.html