La otra tarde, tomando unos vinos, con mi mejor amiga de la Fortaleza (para mí es mi hermana mayor porque es de mi tierra y tengo mucha complicidad con ella), estuvimos hablando Catalago andrea de lo importante que es no perder el tiempo.
La vida a veces tiene momentos vacíos, paisajes lunares en los que ni siquiera se deja una huella que te recuerde. Queremos alejarnos todo lo que podamos de ellos.
Por Catalago andrea eso empecé a planear con ella, dónde nos vamos a ir este año de viaje. De momento tenemos un destino: Marrakech. Nos vamos a apuntar juntos a estudiar árabe marroquí (ya tenemos un profesor nativo que nos enseñe) para poder mezclarnos más con la población autóctona dentro de unos pocos meses.
Catalago andrea
http://ikeasevilla.com/zapatos-andrea/zapatos-andrea-catalogo-andrea-catalogos-digitales.html Ella llegó unos años antes que yo a la Fortaleza y fue quien me inoculó el virus de viajar por Marruecos. Con ella he llegado hasta la frontera de Argelia. Le encanta el país vecino y ha estado en muchos más lugares que yo. Su problema es que como es una mujer no se atreve a cruzar la frontera sola y la mayoría de la gente con la que iba, o se ha marchado de la Fortaleza o se ha acomodado a los placeres de la vida diaria. Siempre dice que siente abusar de mí, porque cuando quiere ir al otro lado me llama para que la acompañe, pero la verdad es que soy yo quien siente que abusa de ella.
El momento de cruzar la frontera siempre es el más estresante, pero en cuanto la atravieso y veo a mi izquierda la Mar Chica y a mi derecha el Gurugú, me da por soñar con que debería abandonar todo y continuar con el coche hasta Ciudad del Cabo. Adelantamos con el coche a un viejo con la chilaba raída a lomos de un burro con alforjas llenas de frutas, taxis colectivos suicidas atestados que paran en los arcenes sin avisar, niños con los mocos colgando vendiendo garrafas de gasolina de la Fortaleza o esparragos trigueros, mezquitas de techo verde que apuñalan la barriga del cielo con sus minaretes, controles de gendarmes marroquíes con bigote y gorra de plato, mansiones suntuosas en medio de ninguna parte que dicen fruto del narcotráfico...
Catalago andrea
La vida a veces tiene momentos vacíos, paisajes lunares en los que ni siquiera se deja una huella que te recuerde. Queremos alejarnos todo lo que podamos de ellos.
Por Catalago andrea eso empecé a planear con ella, dónde nos vamos a ir este año de viaje. De momento tenemos un destino: Marrakech. Nos vamos a apuntar juntos a estudiar árabe marroquí (ya tenemos un profesor nativo que nos enseñe) para poder mezclarnos más con la población autóctona dentro de unos pocos meses.
Catalago andrea
http://ikeasevilla.com/zapatos-andrea/zapatos-andrea-catalogo-andrea-catalogos-digitales.html Ella llegó unos años antes que yo a la Fortaleza y fue quien me inoculó el virus de viajar por Marruecos. Con ella he llegado hasta la frontera de Argelia. Le encanta el país vecino y ha estado en muchos más lugares que yo. Su problema es que como es una mujer no se atreve a cruzar la frontera sola y la mayoría de la gente con la que iba, o se ha marchado de la Fortaleza o se ha acomodado a los placeres de la vida diaria. Siempre dice que siente abusar de mí, porque cuando quiere ir al otro lado me llama para que la acompañe, pero la verdad es que soy yo quien siente que abusa de ella.
El momento de cruzar la frontera siempre es el más estresante, pero en cuanto la atravieso y veo a mi izquierda la Mar Chica y a mi derecha el Gurugú, me da por soñar con que debería abandonar todo y continuar con el coche hasta Ciudad del Cabo. Adelantamos con el coche a un viejo con la chilaba raída a lomos de un burro con alforjas llenas de frutas, taxis colectivos suicidas atestados que paran en los arcenes sin avisar, niños con los mocos colgando vendiendo garrafas de gasolina de la Fortaleza o esparragos trigueros, mezquitas de techo verde que apuñalan la barriga del cielo con sus minaretes, controles de gendarmes marroquíes con bigote y gorra de plato, mansiones suntuosas en medio de ninguna parte que dicen fruto del narcotráfico...
Catalago andrea